La Ablación Femenina:
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Se trata de una práctica no infrecuente en algunos países de mayoría musulmana, consistente en la mutilación total o parcial del clítoris, cuya finalidad es evitar que la mujer conozca y disfrute el placer sexual y por tanto, que no busque sexo fuera del matrimonio, asegurándose así el varón de que los hijos gestados sean suyos. Esta práctica, conocida también como circuncisión femenina, puede proceder de alguna costumbre pagana de sociedades ancestrales aunque con la misma intencionalidad de posesión y sumisión de la mujer al varón. Muchos musulmanes le dan incluso una significación religiosa, aunque el Corán no lo menciona.
Se estima que cada año 2 millones de niñas sufrirán la extirpación parcial de sus genitales externos como consecuencia de la ablación o mutilación genital femenina, una práctica cultural y social, muy arraigada en 28 países, que pone en grave peligro su salud y vulnera sus derechos fundamentales. En la zona donde se lleva a cabo este proyecto se continúa practicando la ablación por dos razones: porque las familias se sienten comprometidas a seguir con las tradiciones, aunque la gran mayoría desconoce las consecuencias que suponen; y porque existe la creencia falsa de que la mutilación genital femenina previene la infidelidad femenina.
Se calcula que 70 millones de niñas y mujeres actualmente en vida han sido sometidas a la mutilación, ablación genital femenina en África y el Yemen. Además, las cifras están aumentando en Europa, Australia, Canadá y los Estados Unidos, principalmente entre los inmigrante procedentes de África y Asia sudoccidental.
La ablación genital femenina constituye una violación fundamental de los derechos de las niñas. Es una práctica discriminatoria que vulnera el derecho a la igualdad de oportunidades, a la salud, a la lucha contra la violencia, el daño, el maltrato, la tortura y el trato cruel, inhumano y degradante; el derecho a la protección frente a prácticas tradicionales peligrosas y el derecho a decidir acerca de la propia reproducción. Estos derechos están protegidos por el Derecho internacional.
La ablación genital femenina causa daños irreparables. Puede acarrear la muerte de la niña por colapso hemorrágico o por colapso neurogénica debido al intenso dolor y el traumatismo, así como infecciones agudas y septicemia. Muchas niñas entran en un estado de colapso inducido por el intenso dolor, el trauma psicológico y el agotamiento a causa de los gritos.
Tomado de: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=29845
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